Amor sin fronteras, el atardecer

Como si de una escena de acción se tratase en este cuadro abstracto, estalla el fuego en colores ocres y amarillos, marrones que encuadran el lienzo. Con trazos rápidos de espátula se dibujan líneas, movimientos donde innumerables personajes van llenando de miradas el espacio central donde domina el amarillo, como un sol en su ocaso. El azul cerúleo hace puntual presencia como definiendo otros espacios, la apertura de lo que más allá de lo visible, también preexiste. Un cuadro de bella ejecución y complejidad.